sábado, junio 04, 2011

Salvavinilos, al rescate de la música y los recuerdos

Por más de 100 años, el disco de vinilo o Lp (abreviatura del anglicismo long play –larga duración-) fue el formato por excelencia para la música grabada. Millones de artistas y géneros pudieron ser conocidos gracias a este modo de percibir sonoridades a lo largo de muchos años.


Muchos de quienes nacimos antes de la década de los 90 del siglo pasado, seguramente pudimos ver como en nuestras casas era común ver enormes equipos de sonido con tocadiscos o “picós”, donde nuestros padres o familiares ponían a sonar no solo los acetatos (como también son conocidos) sino el posterior formato de cassettes, un hito para ese entonces, que permitía a los melómanos hacer sus selecciones musicales, a partir de grabaciones de su colección discográfica.


El advenimiento de la música digital, primero con el CD y luego los formatos comprimidos como el mp3, fue dejando en desuso al “disco negro”, condenando a muchas producciones al olvido, salvo unas que otras que corren con la suerte de ser reeditadas en disco compacto.



Sin embargo, el avance de la tecnología, a permitido que muchas personas “de a pie” hayan podido rescatar los sonidos plasmados en estos discos. Un grupo de compatriotas tomó la iniciativa que se materializó en el sitio salvavinilos.org, donde no pocos han podido reencontrarse con sonidos de su niñez y juventud y muchos han logrado conocer lo que se hacía musicalmente, incluso cuando no habían siquiera nacido.


La página, lanzada de manera oficial el 14 de agosto de 2007, esta a cargo del caraqueño radicado en España Raúl Gil y los zulianos Jairo Boudewyn, Gabriela Isea y Antonio Huerta, quienes con el apoyo de tocadiscos con salidas USB y softwares especializados en el manejo de sonido, han podido compilar un sinnúmero de placas discográficas que abarcan desde la década de los 50 hasta los 90, haciendo una que otra excepción al añadir CD’s significativos.


El sitio cuenta con una lista emergente de categorías, donde se puede visualizar el contenido del mismo, bien sea en orden alfabético o por año de orígen, entre otras opciones. A su vez Salvavinilos aboga por el respeto al derecho de autor y combate la pirateria, no permitiendo la descarga de archivos, mas allá de escucharlos via streaming (distribución de audio y video vía internet).


Así mismo el trabajo, que a manera de hobby y sin fines de lugro realiza cada uno de los administradores, no solo se limita a la digitalización de los Lp’s y sus respectivas reseñas. El arte gráfico de cada placa también se recupera del olvido, ofreciendo un paquete completo a la hora de escuchar las producciones, tal cual como si estuviéramos sentados frente a los viejos reproductores con la caratula en las manos.


En mi caso, gracias a ellos he podido conocer las experimentaciones de Hugo Blanco en los 60, orquestas a la usanza de la Billo´s como el Super Combo Los Tropicales y recientemente un clásico del rock criollo que data de 1971 y del que solo conocía el tema “La Guitarra”: Azucar, Cacao y Leche, grupo del conocido integrante de los Impala Edgar Alexander y el “músico de Venezuela” Ilan Chester.


Valga mi reconocimiento a estos colegas melómanos por esta iniciativa, que como bien lo resumo en el título de esta columna, no solo rescatan sonidos sino recuerdos... y eso es algo que sin dudas se agradece.

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