Hoy el espacio estará dedicado a un personaje indispensable en la vida de todo melómano desde los años 80’s del siglo XX hasta hace un poco mas de 10 años, cuando la posibilidad de escuchar melodías predilectas de manera portátil, solo estaba sujeto a un aparato que podía reproducir de 60 a 90 minutos de ella.1979 vio el nacimiento del Walkman, un revolucionario aparato que permitía al portador poder escuchar su música favorita sin necesidad de estar en un solo sitio, gracias también a los casetes, inventados en esa década de disco music y punk.
En mi caso fueron (según recuerdo) tres los aparatos de este tipo que tuve en mi poder hasta la llegada del Discman, y que me permitieron disfrutar de artistas predilectos del momento en cualquier lugar y a cualquier hora: cintas caseras de Nirvana o Desorden Público, o casetes originales como el Dookie (1994) de Green Day, hoy una reliquia celosamente guardada.
Pero el motivo de referirme a este pionero de la música móvil es el final que tuvo este año. Japón, el lugar de donde salió el revolucionario aparato, fue el último en dejar de producirlo, dando fin a 31 años de historia. El mítico fabricante electrónico Sony hizo el anuncio hace apenas unas semanas con dos simples palabras: “producción finalizada”.
Aunque hoy podemos llevar discografías predilectas en dispositivos que llegan incluso a abarcar la palma de nuestras manos, mas de uno que vivió en la era “pre-Mp3” recordará con nostalgia los momentos de su vida que pudieron contar con una banda sonora gracias a este “abuelo del iPod”.
Recomiendo el siguiente enlace de la BBC, para percibir el antes vivido por el ahora
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